Una vez conocidos
los aspectos físicos de la ciudad, la tipología de los residuos existentes en
las vías de comunicación y las cantidades de residuos esperables en función del
origen de los mismos, se debe planificar el servicio de limpieza viaria.
La planificación
abarcará dos niveles, definición de los servicios y coordinación de los mismos.
En la definición
de los servicios se concretará:
· división de las
distintas áreas de los núcleos.
· división de las
áreas según los servicios. Dichos sectores serán compensados según el tipo de
servicio asignado
· definición del
equipamiento y personal necesario para la realización de los servicios
planificados
Para la
definición del equipamiento se utilizarán las características de los núcleos y
las cantidades y tipología de los residuos a recoger, ya que la optimización
del servicio no recomienda la utilización de maquinaria en zonas que no sean
adecuadas a la misma. Los datos a utilizar en esta definición se obtendrán de
los trabajos de campo.
Para la
definición del personal se tendrán en cuenta:
· servicios a
realizar
· rendimientos de
los equipos a utilizar
· tiempos de
desplazamiento
· tiempos muertos
· rendimientos
esperables de cada uno de los servicios
Es importante
señalar que los rendimientos de las actividades de limpieza viaria son directamente
proporcionales al tiempo en ellas empleado, así la calidad de barrido y
aspiración es más alta según disminuye la velocidad de marcha de la barredora.
De la experiencia
obtenida en las contratas de limpieza actualmente en explotación, se deben de dimensionar
los recorridos teniendo en cuenta el nivel de residuos a eliminar, pues solo de
esta forma se pueden considerar efectivos los servicios.
La coordinación
de los servicios de limpieza será la segunda labor de la planificación que
tendrá como objeto fundamental maximizar el potencial de los servicios
anteriormente planteados, de forma que con los mínimos requerimientos de
personal y equipamiento más adecuado, se consiga el nivel de limpieza deseado.